Li Peng fue un destacado político chino, conocido principalmente por su papel como Primer Ministro de la República Popular de China entre 1988 y 1998. Nació el 20 de octubre de 1928 en el distrito de Chengdu, en la provincia de Sichuan. Su vida estuvo marcada por los acontecimientos políticos de China, y su carrera se desarrolló en un contexto de cambios significativos en el país. Desde joven, Li Peng mostró interés por la política y la ingeniería, lo que lo llevaría a desempeñar un papel crucial en la modernización de la infraestructura china.
Primeros años y educación
Li Peng creció en una familia con antecedentes revolucionarios. Su padre, Li Shuoxun, fue un destacado miembro del Partido Comunista Chino. Esta influencia familiar lo llevó a involucrarse en la política desde temprana edad. Durante su juventud, Li Peng estudió en varias instituciones educativas, incluyendo la Universidad de Tsinghua, donde se graduó en ingeniería eléctrica. Esta formación técnica sería fundamental para su futuro papel en el desarrollo de proyectos de energía y tecnología en China.
Durante la Revolución Cultural (1966-1976), Li Peng enfrentó dificultades. Aunque su familia había estado involucrada en el Partido Comunista, él fue objeto de críticas y persecuciones debido a su posición académica. A pesar de estos desafíos, continuó su carrera y se unió al Partido Comunista en 1949, lo que le abrió las puertas para ocupar diversos cargos en el gobierno. Esta experiencia temprana lo ayudó a desarrollar una visión sobre el papel del Estado en la economía y el desarrollo social.

Ascenso político
Li Peng comenzó su carrera política en la década de 1950, cuando se convirtió en un funcionario en la provincia de Sichuan. Su trabajo en el sector energético lo llevó a ser nombrado director de la Administración Nacional de Energía en 1980. En este cargo, se centró en la modernización de las infraestructuras energéticas del país, lo que le otorgó reconocimiento a nivel nacional. Su enfoque pragmático y su habilidad para implementar proyectos a gran escala le permitieron ascender rápidamente dentro del Partido Comunista.
En 1983, Li Peng fue nombrado Viceprimer Ministro, donde continuó su trabajo en el sector energético. Durante este tiempo, participó en la planificación y ejecución de importantes proyectos, como la construcción de represas y la expansión de la red eléctrica. Su éxito en estos proyectos le ganó la confianza de sus superiores, lo que culminó en su nombramiento como Primer Ministro en 1988. Este puesto le permitió influir en la dirección económica y política de China durante una época de cambios tumultuosos.

Primer Ministro de China
Como Primer Ministro, Li Peng se enfrentó a varios desafíos, entre los que se destacaron las tensiones sociales y económicas. Su mandato estuvo marcado por las protestas estudiantiles de 1989 en la Plaza de Tiananmen, donde miles de jóvenes exigieron reformas democráticas y un gobierno más transparente. Li Peng, que era conocido por su postura conservadora, se opuso a las demandas de los manifestantes y apoyó la declaración de la ley marcial, lo que resultó en una violenta represión que dejó un número indeterminado de muertos.
La represión de Tiananmen marcó un punto de inflexión en la carrera de Li Peng. Aunque su postura autoritaria le valió críticas tanto a nivel nacional como internacional, también consolidó su poder dentro del Partido Comunista. A pesar de las condenas globales, continuó ocupando su cargo y se enfocó en implementar políticas económicas que promovieran el crecimiento y la estabilidad. Durante su mandato, China experimentó un notable crecimiento económico, impulsado por reformas en el mercado y la apertura a la inversión extranjera.
Políticas económicas y desarrollo
Li Peng fue un firme defensor de las políticas de reforma económica que habían comenzado en la década de 1980. Bajo su liderazgo, se promovió la inversión en infraestructura, particularmente en el sector energético. Uno de sus proyectos más emblemáticos fue la construcción de la Represa de las Tres Gargantas, que se convirtió en uno de los proyectos de ingeniería más ambiciosos del mundo. La represa no solo tenía como objetivo generar energía hidroeléctrica, sino también controlar las inundaciones en el río Yangtsé.

Además de la energía, Li Peng impulsó la industrialización del país. Fomentó la creación de zonas económicas especiales, que atrajeron inversiones extranjeras y promovieron la producción manufacturera. Estas políticas ayudaron a transformar a China en un centro de fabricación global. Sin embargo, también se enfrentó a críticas por la falta de atención a los problemas ambientales y sociales que surgieron a raíz de este rápido desarrollo.
Legado y vida posterior
El legado de Li Peng es complejo y controvertido. Por un lado, se le reconoce como un arquitecto del crecimiento económico de China y un promotor de la modernización. Sin embargo, su papel en la represión de Tiananmen y su postura autoritaria han dejado una marca negativa en su historia. A pesar de las críticas, Li Peng mantuvo su posición dentro del Partido Comunista y continuó influyendo en la política china durante años después de su mandato como Primer Ministro.
Después de dejar el cargo en 1998, Li Peng ocupó otros puestos en el gobierno, incluyendo el de presidente del Congreso Nacional del Pueblo, donde continuó promoviendo políticas de desarrollo y modernización. Su enfoque pragmático y su experiencia técnica lo convirtieron en un personaje clave en la formulación de políticas en el país. A lo largo de su carrera, recibió numerosos premios y reconocimientos por sus contribuciones al desarrollo de China.
Vida personal y fallecimiento
Li Peng estaba casado con Zhu Lin, con quien tuvo dos hijos. Su vida personal estuvo marcada por la discreción y el compromiso con su carrera política. A lo largo de los años, se mantuvo alejado de los medios de comunicación, prefiriendo centrarse en su trabajo en lugar de en su vida privada. Esto le permitió mantener una imagen de seriedad y dedicación, aunque también contribuyó a la percepción de que era un político distante y autoritario.
Li Peng falleció el 22 de julio de 2023 a los 94 años, dejando un legado que sigue siendo objeto de debate en la sociedad china y en el ámbito internacional. Su vida y carrera reflejan las tensiones entre la modernización y el control político en un país que ha experimentado cambios radicales en las últimas décadas. A medida que China continúa avanzando en su desarrollo, el papel de figuras como Li Peng en la historia política del país seguirá siendo un tema de interés y análisis.