Lyndon Baines Johnson, conocido comúnmente como LBJ, fue el 36º presidente de los Estados Unidos, ocupando el cargo desde 1963 hasta 1969. Nació el 27 de agosto de 1908 en Stonewall, Texas, en una familia de agricultores. Desde joven, Johnson mostró un interés por la política y la educación, lo que lo llevó a participar activamente en la vida pública de su comunidad. Su carrera política comenzó en la década de 1930, y a lo largo de su vida, se destacó por su habilidad para construir alianzas y su enfoque pragmático en la política.
Primeros Años y Educación
Johnson creció en un entorno rural donde la vida era dura y la familia dependía de la agricultura. Desde muy joven, se enfrentó a los desafíos de la pobreza, lo que lo llevó a valorar la educación como una herramienta para mejorar su situación. Después de graduarse de la escuela secundaria, asistió a la Universidad de Texas en Austin. Allí, se involucró en actividades estudiantiles y comenzó a desarrollar sus habilidades de liderazgo. Johnson se graduó en 1930 con un título en educación, lo que le permitió trabajar como maestro en una escuela secundaria en Texas.
Durante su tiempo como docente, Johnson se dio cuenta de las desigualdades que existían en el sistema educativo, especialmente entre los estudiantes de diferentes orígenes económicos. Esta experiencia moldeó su visión sobre la importancia de la educación y el acceso equitativo a oportunidades para todos. Después de enseñar, Johnson se unió al servicio público como asistente del congresista de Texas, que le brindó una primera experiencia en la política nacional.

Carrera Política Temprana
La carrera política de Lyndon Johnson despegó cuando fue elegido para la Cámara de Representantes de los Estados Unidos en 1937. Durante su tiempo en la Cámara, se destacó por su habilidad para negociar y construir coaliciones, lo que le permitió avanzar en su carrera. Johnson fue un defensor de los derechos de los agricultores y trabajó en varias iniciativas para mejorar la situación económica de Texas y del sur de Estados Unidos. Su enfoque pragmático y su capacidad para conectar con las personas fueron fundamentales para su éxito político.
En 1948, Johnson se postuló para el Senado de los Estados Unidos y ganó por un estrecho margen. Su tiempo en el Senado fue significativo, ya que se convirtió en un miembro influyente, ayudando a diseñar y aprobar leyes importantes. Durante este período, Johnson se centró en temas como la educación, la salud y el desarrollo económico, lo que lo posicionó como un líder dentro del Partido Demócrata. Su habilidad para trabajar con ambos lados del pasillo lo hizo popular entre sus colegas.

Vicepresidencia y Asunción a la Presidencia
En 1960, Lyndon Johnson fue elegido como vicepresidente de John F. Kennedy. Durante su mandato como vicepresidente, Johnson se dedicó a varios asuntos, incluyendo la lucha por los derechos civiles y la promoción de programas de bienestar social. La relación entre Kennedy y Johnson fue complicada, pero Johnson continuó apoyando la agenda de Kennedy en el Congreso. Su experiencia y habilidades políticas fueron cruciales para ayudar a implementar las reformas que el presidente promovía.
La vida de Johnson cambió drásticamente el 22 de noviembre de 1963, cuando John F. Kennedy fue asesinado en Dallas, Texas. Johnson, que estaba con Kennedy en el automóvil presidencial, asumió la presidencia en un momento de gran turbulencia nacional. Su primera tarea fue estabilizar al país y garantizar la continuidad del gobierno. Johnson pronunció un discurso en el que prometió llevar adelante el legado de Kennedy y continuar luchando por los derechos civiles y la justicia social.
La Gran Sociedad
Una de las iniciativas más ambiciosas de Johnson como presidente fue el programa conocido como La Gran Sociedad. Este conjunto de políticas y programas tenía como objetivo combatir la pobreza y promover la igualdad de oportunidades para todos los estadounidenses. Johnson creía firmemente que el gobierno podía desempeñar un papel crucial en la mejora de la calidad de vida de las personas. La Gran Sociedad incluía reformas en educación, salud, vivienda y derechos civiles.

Entre los logros más destacados de La Gran Sociedad se encontraba la creación de Medicare y Medicaid, que proporcionaron atención médica a los ancianos y a las personas de bajos ingresos. Además, se implementaron programas para la educación preescolar, como Head Start, que buscaban brindar oportunidades educativas a los niños de familias desfavorecidas. Johnson también promovió leyes que fortalecieron los derechos civiles, incluyendo la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Derecho al Voto de 1965.
Desafíos y Controversias
A pesar de sus éxitos, la presidencia de Johnson no estuvo exenta de desafíos y controversias. Uno de los problemas más significativos fue la guerra de Vietnam. Johnson heredó el conflicto de la administración anterior y, a medida que la situación se deterioraba, decidió aumentar el compromiso militar de Estados Unidos en la región. Esta decisión fue muy controvertida y llevó a un creciente descontento en el país, así como a protestas masivas contra la guerra.
La guerra de Vietnam tuvo un impacto profundo en la política y la sociedad estadounidense. La oposición a la guerra se convirtió en un movimiento significativo que cuestionó la legitimidad del gobierno y sus políticas. A medida que las bajas aumentaban, la popularidad de Johnson disminuyó, y su agenda de La Gran Sociedad comenzó a verse afectada por la creciente oposición a la guerra. La división en la sociedad estadounidense se hizo más evidente, y la presidencia de Johnson se convirtió en un símbolo de esa tensión.
Legado y Últimos Años
Al final de su mandato, Johnson decidió no postularse para la reelección en 1968, en gran parte debido a la oposición a la guerra de Vietnam y la presión política que enfrentaba. A pesar de los desafíos, su legado incluye importantes avances en derechos civiles y reformas sociales. Johnson dejó un impacto duradero en la política estadounidense, y su visión de una sociedad más justa y equitativa sigue siendo un tema de debate y discusión en la actualidad.
Después de dejar la presidencia, Johnson se retiró a su rancho en Texas, donde continuó involucrándose en la política y la educación. Pasó sus últimos años escribiendo sus memorias y reflexionando sobre su tiempo en el cargo. Lyndon Johnson falleció el 22 de enero de 1973, pero su influencia en la política estadounidense y su compromiso con la justicia social perduran en la memoria colectiva del país.