Vida Icónica VIDAICÓNICA

Arquitecto

Biografías y perfiles de personas cuyo trabajo principal es arquitecto.

Henry van de Velde

arquitecto Pintor, arquitecto y diseñador de interiores belga (1863-1957)

Henry Hobson Richardson

arquitecto Arquitecto estadounidense

Ross Macdonald

escritor Escritor estadounidense-canadiense

Henri Labrouste

arquitecto Arquitecto francés

Hendrik Petrus Berlage

arquitecto Arquitecto neerlandés

Rogelio Salmona

arquitecto Arquitecto Colombiano (1929-2007)

Rodrigo de Liendo

arquitecto Arquitecto dominicano

Roberto Matta

pintor Pintor chileno

Robert Koldewey

arqueólogo Arqueólogo y arquitecto alemán

Riken Yamamoto

arquitecto Arquitecto japonés

Richard Rogers

arquitecto Arquitecto británico de origen italiano

Gustave Eiffel

ingeniero civil Ingeniero francés

Richard Neutra

arquitecto Arquitecto austríaco nacionalizado estadounidense (1892–1970)

Buckminster Fuller

arquitecto Diseñador, ingeniero, visionario e inventor estadounidense (1895–1983)

Ocupación arquitecto

La arquitectura es una disciplina que fusiona arte, ciencia y tecnología para diseñar espacios habitables y sostenibles. El arquitecto es el profesional responsable de imaginar, planificar y traducir las necesidades de las personas en lugares funcionales y bellos. Su obra va más allá de la apariencia: implica entender usos, circulaciones, iluminación, clima y entorno urbano. En cada proyecto confluyen criterios estéticos, técnicos y sociales, y el rol del arquitecto es coordinar a un equipo diverso hasta convertir una idea en realidad tangible. Por ello, la profesión es una labor de precisión, responsabilidad y creatividad.

Entre las funciones del arquitecto se encuentra liderar la fase conceptual y convertir ideas en un proyecto cohesionado. Esto implica realizar un proceso de planificación que articule necesidades, presupuesto y plazos, así como desarrollar esquemas y maquetas que expliquen la solución. En el ámbito técnico se elaboran planos y especificaciones, se supervisa el dibujo técnico, se calculan estructuras e instalaciones. La coordinación de aparejadores, ingenieros, constructores y clientes es clave para evitar desvíos. Finalmente, la gestión de permisos, contrataciones y respuestas ante cambios cierra el ciclo del diseño.

Para ejercer como arquitecto se requiere una formación sólida basada en una titulación universitaria en arquitectura, seguida a menudo de prácticas profesionales para aplicar la teoría. El itinerario incluye materias de dibujo y teoría de la forma, técnicas de modelado e historia de la arquitectura, así como conocimiento de normativas. La ética profesional guía la responsabilidad ante el uso del suelo, la seguridad y el respeto al entorno. Además, la capacidad de comunicación y la colaboración con otros profesionales son claves para convertir proyectos en realidades bien ejecutadas. La formación continua es habitual para adaptarse a innovaciones.

Los ámbitos de trabajo del arquitecto son variados y pueden dirigirse tanto al sector privado como al público. En vivienda y urbanismo se busca aprovechar el suelo con viabilidad, accesibilidad y calidad de vida. En interiorismo se cuidan detalles de habitabilidad y sensaciones espaciales. En restauración se respeta el patrimonio y la memoria de los edificios. En obra pública y planificación se plantean soluciones de movilidad, drenaje y uso eficiente de recursos. El ejercicio profesional tiende hacia la sostenibilidad, la innovación tecnológica y la participación comunitaria para responder a necesidades reales.

El impacto social de la arquitectura se mide en la capacidad de crear equidad y bienestar en comunidades diversas. Un buen diseño promueve accesibilidad, cohesiona barrios y facilita la convivencia. La sostenibilidad ambiental, económica y cultural guía las decisiones para reducir consumos, ampliar oportunidades y respetar el entorno. A lo largo de su historia, la profesión ha evolucionado hacia enfoques más colaborativos, interdisciplinarios y centrados en las personas; la creatividad y la técnica se combinan para responder a demandas cambiantes. En este sentido, la arquitectura continúa siendo un lenguaje público para imaginar y construir futuros.